Tessa ha llegado al equipo con esa chispa especial que no se aprende: se tiene o no se tiene. Y ella la tiene. Cercana, vital, con esa alegría serena que hace que trabajar con ella sea siempre fácil, natural y muy agradable.

Amante del hockey hierba, un deporte que ha formado parte de su vida durante años, ha aprendido a moverse en equipo, a no rendirse, a superarse cada día. Esa mentalidad la aplica también aquí, con una actitud positiva, con compromiso y con muchísimas ganas de aportar y crecer.

No necesita decir demasiado para dejar huella. Tiene esa manera de mirar que conecta, esa presencia tranquila pero firme que suma sin imponerse. La vemos observando, escuchando, aprendiendo con respeto, pero también con seguridad y entusiasmo.

Nos encanta ver cómo se lanza a cada propuesta con ilusión y cómo su energía va contagiando poco a poco al grupo. A veces lo más potente no es lo que uno ha hecho, sino lo que transmite, y Tessa lo deja claro desde el primer minuto.

Aquí estaremos para apoyarte, para acompañarte, para celebrar contigo todo lo que te espera. Porque lo bueno, Tessa, no ha hecho más que empezar.