Hay personas que respiran arte desde pequeñas, que hacen de cada juego una escena y de cada canción un universo. Laura es una de ellas. Desde que era apenas una niña, la música y la interpretación han sido su refugio, su lenguaje, su forma de conectar con el mundo.

Formada desde la infancia en disciplinas que combinan el cuerpo, la voz y la emoción, ha ido cultivando una sensibilidad artística rica, completa y honesta. Su paso por diferentes espacios creativos le ha dado una mirada amplia y una versatilidad que se nota: tanto si está en escena como si está detrás del papel, ideando sus propios cortometrajes, su forma de expresarse es directa, cálida, cargada de intención.

Laura es de las que no temen entregarse a fondo. Se implica en cada proyecto con entusiasmo, con esa mezcla entre exigencia y juego que solo tienen quienes aman lo que hacen. Su presencia transmite alegría, compromiso y una energía muy bonita, de esas que contagian al grupo y hacen crecer lo colectivo.

Tiene una sensibilidad especial para la música, una voz que conecta con la emoción y un instinto interpretativo que va más allá de lo aprendido. Sabe escuchar, mirar, afinar. Y eso se nota en cada nota, en cada palabra, en cada gesto.

Está en ese momento luminoso en el que el camino empieza a tomar forma, y lo hace con paso firme, con ilusión y con muchas ganas de seguir creando.

Lo mejor de Laura no es solo todo lo que ya ha recorrido, sino todo lo que aún le queda por compartir.