Hoy queremos compartir la historia de alguien que, desde muy joven, ha entendido que el arte se vive con entrega, con rigor… y con una pasión que no se apaga. Así es Oliver.

Tiene una madurez en escena que sorprende. No solo porque ha pisado ya espacios escénicos con fuerza y presencia, sino porque en cada paso demuestra que ama lo que hace, y que lo construye desde el trabajo constante. Ha pasado por montajes teatrales intensos, por ficciones televisivas exigentes y por proyectos audiovisuales donde ha sabido adaptarse, crecer y dejar huella.

Ha formado parte de repartos sólidos, interpretando con compromiso y una capacidad de escucha que lo hacen destacar. Lo suyo no es casualidad: se ha formado durante años con disciplina en escuelas que fomentan el oficio desde dentro, y lo sigue haciendo con humildad, con curiosidad, con entrega.

Detrás del actor hay también una persona serena, observadora, atenta al detalle. Alguien que entiende el valor del equipo, del ensayo, del error que enseña y del momento que transforma.

Oliver llega a nuestro equipo para sumar con su presencia firme, su mirada sincera y esa pasión serena que lo acompaña siempre. Con él, el viaje promete profundidad, talento y verdad.